5 Claves del Portafolio Docente para el Desarrollo Profesional

¿Cuáles son las claves del uso del portafolio docente para el desarrollo profesional y la evaluación de la práctica educativa en el aula? Es una pregunta pertinente para docentes y responsables que desean contar con una herramienta para la mejora continua de la práctica. El uso de este recurso permite monitorear la evaluación del proceso de aprendizaje por parte del propio docente como de otros colegas que lo acompañen, de modo que se pueda ir verificando la adquisición de hábitos docentes en relación con el marco del desempeño docente y el perfil de salida del alumno de la entidad. El portafolio es, además, un instrumento dinámico que permite desarrollar planes individualizados de avance, ya que muestra la evolución de cada docente a lo largo de su itinerario profesional.

A continuación, algunas claves para utilizar el portafolio docente como herramienta para el desarrollo profesional:

Como mencionan Arter y Spandel (1991), el portafolio es una colección de documentos en base a un propósito, que debe alinearse al aprendizaje que se quiere conseguir (perfil de salida/egreso del alumnado); esta colección representa el trabajo del docente que le permite a sí mismo y a otros ver sus esfuerzos de logros en una o diversas áreas de contenido.

Para que dicho portafolio docente sea útil para el desarrollo profesional, debe recopilar la información que demuestre las habilidades y logros del/de la docente; cómo piensa, cómo cuestiona, analiza, sintetiza, produce o crea, y cómo interactúa con otros, es decir, debe permitir identificar los aprendizajes de conceptos, procedimientos y actitudes en su desempeño profesional.

Esta capacidad para generar aprendizaje se dispara cuando se comparte con otros colegas para obtener retroalimentación respecto a su práctica profesional. Los portafolios permiten al docente participar en la evaluación de su propio trabajo y a otros colegas, mentores o supervisores, les permite elaborar un registro sobre el progreso del docente, al mismo tiempo que le da bases pare evaluar la calidad de su desempeño en general. Puede, por tanto, utilizarse en forma de evaluación, coevaluación y de autoevaluación.

Aquí cinco claves para su adecuado desarrollo y utilización:

1. Propósito

Lo primero es definir de forma adecuada cuáles son los logros, objetivos y dinámica del proceso individual de desarrollo profesional docente en función del marco del desempeño docente que se pretenden conseguir con el uso del Portafolio Docente. Respondiendo a las siguientes preguntas, se puede llegar a definir adecuadamente:

¿Qué debe ir en un portafolio? ¿Cuándo? ¿Cómo se verá? ¿Qué preguntas debe responder el docente sobre los ítems seleccionados? ¿Qué preguntas debe hacer el docente? ¿Quién más debe estar involucrado en la evaluación del portafolio: otros docentes, otros agentes externos, algunos expertos, los alumnos? ¿Qué preguntas debe hacer el acompañante (mentor, tutor, supervisor, colega)?

2. Contenidos

El contenido ha de centrarse en pruebas o evidencias de la práctica educativa en el escenario profesional en que se desempeña el docente. Por ello es el docente quien debe participar en la selección de los contenidos, de los criterios de selección, de los contenidos para juzgar sus méritos y de la evidencia de la auto reflexión. En resumen, un portafolio debería ser un compendio de: plan de acción de mejora + evidencias + práctica reflexiva sobre el aprendizaje profesional.

3. Evidencias

Cada evidencia debe organizarse para demostrar su evolución hacia la meta propuesta.  Dicha evidencia debe encontrarse bien especificada para que los portafolios puedan compartirse, analizarse y evaluarse. Para ello, se ha de concretar en los tipos de evidencias que deben contener, las cuales pueden ser:

• Producciones elaboradas por el/la docente: en donde se explicitan las metas del portafolio, incluye las reflexiones que lleva a cabo mientras se elabora, se organiza o se evalúa el portafolio para proponerlo a evaluación.

• Testimonios: Documentos sobre el trabajo del docente, comentarios llevados a cabo por personas involucradas en el proceso formativo.

• Artefactos: Documentos del trabajo, actividades de clase, trabajos de los alumnos.

• Reproducciones: Incluyen hechos que normalmente no se recogen, por ejemplo, grabación de algún experto en el área.

Los documentos deben ir acompañados por breves informes que expliquen qué son, por qué se agregaron y de qué son evidencia o qué demuestran.

4. Evaluación del desempeño

Para utilizar esta herramienta en la evaluación del desempeño se deben considerar aspectos importantes que permitan su adecuada implementación (Slater,1996):

• Disponer de tiempo para evaluar, tanto por parte del que prepara el portafolio como de quien ha de revisarlo

• Preparar a los docentes ofreciéndoles expectativas claras sobre el uso y consecuencias del portafolio. Explicar cómo desarrollarlo y certificarlo. Explicar qué implicaciones tiene en su carrera profesional.

• Diseñar instrumentos de evaluación basados en la observación para el equipo directivo, el coordinador pedagógico y la institución, sobre los diferentes desempeños que se han priorizado en el proyecto educativo.

• Sistematización de la Autoevaluación con informes que expliquen qué son, por qué se agregaron y de qué son evidencia.

5. Plan operativo para la mejora

El aspecto más importante del Portafolio Docente es que lleve a los y las profesionales a diseñar y realizar planes de acción para la mejora profesional, que sigan una secuencia para propiciar su desarrollo competencial y reflexivo. Esto incluye como mínimo:

• Autoevaluación de competencias (las priorizadas por la entidad educativa)

• Plan de acción de mejora del desempeño docente (por año académico)

• Práctica reflexiva sobre cada plan de acción

• Selección y justificación de las evidencias del plan de acción en el portafolio

• Validación de un colega con quien socializar el plan de acción y las evidencias correspondientes del plan de mejora.

Esta secuencia formativa podría repetirse en todos los planes de mejora.

En resumen, el portafolio docente, como herramienta para el desarrollo profesional:

• Promueve la participación y asunción de responsabilidad del docente al monitorear y evaluar su propio aprendizaje.

• Transfiere la responsabilidad de demostrar la comprensión de conceptos y el desarrollo de los desempeños hacia el docente.

• Se adapta a diversas necesidades, intereses y habilidades de cada docente.

• Evalúa la competencia del docente a partir de una evaluación auténtica, es decir basada en evidencias de los desempeños.

• Facilita a los acompañantes (mentores, tutores, supervisores u otros colegas) una valoración cualitativa y transparente de sus desempeños, actitudes y capacidades.

• Constituye una herramienta efectiva para la selección de docentes hacia programas específicos.

• Permite una visión más amplia y profunda de lo que el docente sabe y puede hacer en el aula.

• Proveen una estructura de larga duración para el modelo de formación interna.

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Fuentes:

• Arter, J., & Spandel, V. (1991). Using portafolios of student work in instruction and assessment. Portland, OR: Northwest Regional Educational Laboratory

• Slater, T.F. (1996). Portfolio Assessment Strategies for Grading First-year University Physics Student in the USA. Physics Education, 31, 82-86.

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