Análisis de la Coherencia Pedagógica

Uno de los problemas en la implantación en procesos de formación docente, mejora pedagógica e innovaciones educativas viene determinado por la falta de referentes, criterios e indicadores que permitan a los docentes y responsables de las instituciones educativas tomar decisiones con base en la coherencia pedagógica para elegir estratégicamente los contenidos, recursos, espacio, tiempos didácticos, estrategias de enseñanza-aprendizaje, la tecnología, así como también las acciones de desarrollo profesional docente e incluso la organización interna más adecuada para cumplir con el perfil de egreso o perfil de salida del alumnado, así como su misión, visión y contexto sociocultural.

Este ejercicio también es importante para la toma de decisiones sobre cómo combinar la educación entornos presenciales y a distancia. La UNESCO en su reporte “Developing a Hybrid Learning Curriculum Framework for Schools”, prioriza a la coherencia pedagógica como uno de los principios claves para la implementación de un modelo híbrido de aprendizaje, señalando que “se trata de formar un todo unificado, de establecer conexiones entre los componentes y garantizar la coherencia de las ideas / valores centrales“.

Por tanto, a continuación, se describen las dimensiones de análisis de los procesos educativos y sus interrelaciones, como criterios básicos para ayudar a centrar el análisis de la práctica educativa y la toma de decisiones sobre los aspectos a desarrollar en planes de formación docente, innovación y mejora continua.

  1. En primer lugar, se parte de las finalidades de aprendizaje que pretende conseguir la institución, es decir, los resultados de aprendizaje que quiere conseguir en su alumnado, y con base en ello se analizan en primer lugar los objetivos educativos (también llamados propósitos) para los distintos cursos, asignaturas, unidades temáticas, etc. (para qué enseñar).
  2. En función de los objetivos definidos se analizan los contenidos de aprendizaje (qué enseñar), es decir, todo aquello que pretendemos que los estudiantes aprendan. Pueden ser denominados como: las competencias que se deben adquirir, como los contenidos disciplinares, interdisciplinares y metadisciplinares, o incluso, como los componentes de las competencias referidos a hechos y datos, a conceptos, procedimientos y actitudes que se deben aprender.
  3. A partir de aquí, se toma en cuenta el referente del conocimiento científico sobre los procesos de aprendizaje así como las capacidades del alumnado, con el fin de analizar la ordenación y secuenciación de los contenidos (cuándo enseñar), es decir, qué componentes de las competencias serán trabajados primero y cuáles después, siguiendo criterios científicos básicos como el hacer una priorización de lo más simple a lo más complejo o coordinar los componentes de diversa naturaleza para favorecer su interrelación.
  4. Asimismo, a partir de este conocimiento científico sobre cómo aprendemos las personas, se analizan las secuencias didácticas pertinentes a los contenidos, es decir la metodología pedagógica (cómo enseñar), o la serie de actividades de aula ordenadas con una lógica para estimular el aprendizaje, encaminadas a la consecución de unos objetivos o propósitos educativos determinados, en un período de tiempo. Aquí deben analizarse diferentes variables metodológicas (relaciones interpersonales, organización del aula, gestión del espacio, gestión del tiempo, recursos didácticos y tecnológicos, presentación de contenidos, seguimiento del alumnado y actividades formativas generales de la institución) para desarrollar la combinación que pueda producir de mejor forma el aprendizaje deseado.
  5. Finalmente, se analiza también la evaluación (para qué, qué, cuándo y cómo evaluar e informar) de los aprendizajes en sus diferentes formas, tiempos y propósitos, teniendo en cuenta que se vaya ofreciendo información sobre la consecución de los propósitos educativos definidos.
  6. La intervención educativa coherente requiere forzosamente un análisis del desarrollo profesional de los docentes, que permita verificar si tienen la capacidad para aplicar la metodología pedagógica y lograr los objetivos educativos previstos en todas las clases y en todos los estudiantes. De no ser así, es necesario entonces desarrollar las actividades formativas y el seguimiento adecuado para su transferencia a la práctica profesional.
  7. El análisis de la intervención educativa requiere verificar el apoyo de una organización interna específica que soporte y permita la aplicación de la metodología pedagógica determinada para cumplir con los contenidos y objetivos previstos.

Referencia bibliográfica:

UNESCO (2021). Hybrid Education, Learning and Assesment: Ocho claves sobre los modos híbridos en educación. Oficina Internacional de Educación. Recuperado el 20 de mayo de 2021 de: http://www.ibe.unesco.org/es/noticias/hybrid-education-learning-and-assessment-hela

 

 


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