Antes de la pandemia lo más habitual era realizar las formaciones, conferencias y sesiones de asesoría de forma presencial. De esta manera, los facilitadores acumulamos miles de horas de viaje que hoy día, después de dos años de practicar sesiones online de forma obligatoria por la pandemia, creo que muchos de esos kilómetros de vuelos, cambios de horario, hoteles y CO2 nos los pudimos haber ahorrado si hubiéramos sabido que, para ciertas sesiones de asesoría y formación, la opción online síncrona es tan buena o incluso mejor que la opción presencial.
En los encuentros que tenemos los facilitadores del Instituto Escalae para reflexionar sobre nuestra práctica profesional, hemos llegado a la conclusión que hay sesiones que deben hacerse de forma presencial (sesiones iniciales de proyectos, sesiones creativas o sesiones donde la parte emocional es importante), y sesiones que pueden realizarse de forma presencial u online indistintamente (formación técnica, revisión y análisis de datos, toma de decisiones estratégica, desarrollo de documentación, presentaciones de resultados).
Ahora bien, ¿cómo pueden estas sesiones online funcionar adecuadamente?
Hemos concluido en 8 aspectos a tomar en cuenta, según nuestra experiencia, para que la calidad de las sesiones online se mantenga intacta:
- Hay que entender bien el por qué se hace lo que se hace en la sesión. Se debería empezar por aquí. Hay que procurar que al acabar la sesión todos puedan hacer alguna cosa diferente o nueva a la que hacían ayer.
- Hay que manejar las expectativas ya que tal vez los participantes esperan que la formación sea de una manera, y al intentar ser creativo, queda fuera de lo que ellos esperaban y no lo valoran bien.
- Hay que mantener un ritmo alto para que no se aburran los participantes.
- No necesariamente se entienden las imágenes, dinámicas o juegos. Pueden verse como ejercicios pesados, porque no se entiende bien cómo aplicarlos en la vida real: “Todo esto está muy bien, pero qué puedo hacer diferente a lo que hacía ayer”.
- Si participan poco en la sesión es más difícil que tengan una buena percepción.
- El profesorado participante o equipo directivo puede llegar a lugares comunes, por lo que como facilitadores debemos inducir a que no se caiga en generalidades o tópicos, evitando preguntas que previsiblemente hagan llegar a respuestas previsibles, porque el resultado es descorazonador para quien contesta y el efecto de estas respuestas que dan, hacen que caigan en el desánimo o se disparen actitudes específicas de defensa o bloqueo.
- Hay que hacer la sesión online tipo taller, donde ellos son los que trabajan entre iguales, para que la interacción no se pierda, independientemente de la tecnología o de la capacidad de mantener la atención en las explicaciones por parte quien facilita.
- Es importante siempre terminar con compromisos finales de la sesión, que sean prácticos, que puedan poner en marcha y se pueda hacer un seguimiento de ellos.
Si quieres estar informado sobre nuestras más recientes publicaciones, no olvides suscribirte a nuestra newsletter.